Los Deberes de los Miembros de la Iglesia Hacia Sus Pastores

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«Los Deberes de los Miembros de la Iglesia Hacia Sus Pastores» es un llamado bíblico, práctico y pastoral a restaurar una relación que muchas veces ha sido descuidada o malentendida: la comunión entre los pastores y los miembros de la congregación .

Escrito por John Angell James , pastor inglés del siglo XIX conocido por su fidelidad doctrinal y sensibilidad pastoral, este tratado presenta nueve deberes específicos que todo cristiano debe considerar cuidadosamente:

1. Reconocer la autoridad espiritual legítima de los pastores.
2. Respetar y honrar a quienes laboran entre nosotros.
3. Obedecer y seguir su liderazgo espiritual en amor y verdad.
4. Apoyarlos en oración constante por su fortaleza, sabiduría y pureza.
5. Valorar su ministerio y mensaje , no solo por lo que ofrecen, sino por quién los envía.
6. Proteger su integridad moral y doctrinal ante rumores o acusaciones falsas.
7. Sostenerlos materialmente según las promesas bíblicas.
8. Aceptar con humildad la corrección pastoral cuando sea necesaria.
9. Mostrarles gratitud sincera por su servicio fiel y sacrificado.

James no se queda en generalidades, sino que desarrolla cada uno de estos puntos con claridad bíblica y aplicabilidad inmediata. Su objetivo es claro: que la iglesia entienda que el bienestar espiritual del cuerpo depende en gran parte de cómo los miembros tratan a sus líderes espirituales.

Completando esta obra, el texto de Gardiner Spring , titulado aquí «La Importancia de Orar por los Pastores» , añade una dimensión crucial: la intercesión como forma suprema de apoyo espiritual . En lugar de juzgar, criticar o ignorar, los creyentes somos llamados a orar por aquellos que velan por nuestras almas , reconociendo su humanidad, sus luchas y su vocación divina.

Este folleto es ideal tanto para estudio personal como grupal, especialmente útil en cultos de enseñanza, retiros espirituales o formación de líderes. Es un recordatorio poderoso de que la salud espiritual de la iglesia depende no solo de buenos pastores, sino también de buenos ovejas.