La Predicación en el Espíritu Santo (Ebook)

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«Los buenos pastores oran pidiendo ayuda del Espíritu Santo en la preparación de sermones bíblicos que suministren suficiente alimento a las ovejas de Dios».

¿Qué ocurre cuando un pastor sube al púlpito? ¿Es solo una transmisión de conocimiento, o hay algo sobrenatural que debe suceder para que la Palabra de Dios penetre corazones y transforme vidas?

En este poderoso llamado a la dependencia espiritual, Albert N. Martin recuerda a los ministros del evangelio que la predicación bíblica no puede separarse del ministerio vital del Espíritu Santo, ni antes, ni durante, ni después del sermón.

Este libro no se limita a hablar sobre técnicas homiléticas o métodos retóricos. Más bien, nos lleva a reflexionar sobre una verdad profunda y a menudo descuidada : que sin la obra activa del Espíritu Santo, toda palabra pronunciada —aunque sea bíblica— queda hueca, sin vida.

Martin explora con claridad y fidelidad las necesarias conexiones entre la Palabra y el Espíritu , mostrando cómo la predicación efectiva no es solo cuestión de preparación académica o carisma personal, sino de humilde dependencia de la unción divina .

A lo largo de sus páginas, el autor:

• Examina la necesidad de la obra del Espíritu en cada fase de la predicación.
• Describe cómo opera el Espíritu Santo en el corazón del predicador y del oyente.
• Expone las formas en que su obra puede verse restringida o debilitada.
• Ofrece un llamado urgente a la oración, la santidad y la dependencia total de Dios en el ministerio de la Palabra.

Este libro es una herramienta indispensable para todo ministro que desea no solo predicar bien, sino predicar en el poder del Espíritu, con la expectativa reverente de que Dios hable, juzgue, salve y edifique a través de Su Palabra.

Si eres pastor, si aspiras al ministerio, o si simplemente amas la predicación fiel, esta lectura te invita a examinar tu corazón y renovar tu compromiso con una predicación humilde, bíblica y profundamente espiritual.

Como dijo Martín Lutero: «Predico siempre como si Cristo hubiera muerto ayer, resucitado esta mañana y estuviera por volver esta tarde». Pero Albert N. Martin añade: Predica siempre consciente de que sin el Espíritu, nada tiene vida.