La Intercesión de Cristo es una doctrina tan importante para nosotros como creyentes, que el no comprender esta obra que Cristo hace a favor nuestro, nos deja vulnerables a mucha confusión y aflicción de espíritu, siendo un blanco perfecto para los dardos del enemigo. En otro de sus libros, su autobiografía, Gracia Abundante para el mayor de los pecadores, Bunyan nos relata todos los problemas que atormentaron su corazón (duda, culpa, confusión, desesperación), pero también podemos ver todas las veces en las que el Espíritu de Dios lo rescató, mostrándole en Su Palabra la obra de Cristo tanto en la cruz como su Sustituto, como también en el cielo como Su Mediador e Intercesor ante Dios.